En esta fase ya estamos empezando a recoger las semillas del trabajo hecho en las anteriores fases. Ahora, lo que tenemos que hacer es analizar los datos y la información recogida en las primeras campañas y usarla para mejorar el rendimiento de las campañas al máximo.
Aquí es donde nuestro equipo hace su magia. Tenemos una pequeña obsesión con testear sin descanso, y en refinar las campañas para hacerlas lo más efectivas y rentables que sea posible. A esto lo llamamos "Entrar al Laboratorio".
El Testeo A/B es la clave en esta fase. Al analizar las métricas de cada versión, como el ratio de apertura y el CTR, podemos determinar qué versión tiene mejores resultados, lo que nos ayuda a hacer los ajustes necesarios. Este proceso es repetido con todos los elementos de las campañas de email... como los asuntos, vistas previas, contenido, imágenes, y diseños, todo para optimizar el rendimiento general.
"Entrar al Laboratorio" realmente significa ponerse la bata de trabajo y no parar de hacer ajustes a las campañas para mejorarlas al máximo posible, tanto en cuanto a engagement como conversiones totales.
Gracias a nuestra estrategia de Testeo A/B basada 100% en datos y en el análisis de las métricas clave (KPIs), conseguimos optimizar las campañas y maximizar el ROI.